 Como diría la canción. “la Vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”, grata sorpresa la referencia literaria de mi gran amigo Pepe que me permite seguir divagando en este nuestro querido medio digital.
José Luis zarazaga.-En estos días que se nos está vendiendo por activa y por pasiva que todo el país está arruinado y que como diría el Paco: “Españoles, estamos al borde del abismo, hay que dar un paso adelante”, ha comenzado una guerra dialéctica de incierto futuro: “que si la ruina la has provocado tú, que si dejaste las arcas secas, que la cosa va a ir a peor, y así un largo etc.”; típico diálogo de besugos que establecen todos los políticos que nos desgobiernan.
En palabras del escudero Marcos de Obregón, eran los pícaros "una especie de gentes que ni parecen cristianos, ni moros, ni gentiles". Es interesante señalar que este numeroso grupo de personas que vivía al borde mismo de la legalidad, formaban toda una organización en la que cada cual cumplía un papel determinado, con su propia jerarquía y con cierto control sobre cada uno de sus miembros. Y válgame Dios, que no me estoy refiriendo a esos pobres pensionistas con mansiones a su nombre y coches de alta gama sin tener siquiera carnet de conducir. El ejemplo más conocido del pícaro es el que nos presenta Cervantes en su "Rinconete y Cortadillo", novela en la que se describe con gran realismo esa organización gremial de ladrones encabezada por el señor Monipodio, que dirigía, con una sistemática perfectamente establecida, el delito en Sevilla, asignando a cada integrante del grupo la actividad que tenía que desarrollar, junto con el territorio que formaba su propia demarcación para actuar. Si Cervantes hubiera nacido en pleno Siglo XXI, seguro que el señor Monipodio hubiera sido algún personaje conocido de nuestra localidad. Voy a dar un pequeño ejemplo de hasta dónde llega la picaresca en nuestra localidad. Me comentan que las obras del Plan E, han detectado un montón de enganches de agua y alcantarillado que no figuraban en ningún registro y que por lo tanto no pagaban nada. Supongo que la respuesta del pícaro del lugar es la siguiente. “huy por eso hay que pagar”. Aún recuerdo la picaresca que se empleaba en ciertas obras, citando como ejemplo la de la Cuesta del Picacho, donde las arquetas del alcantarillado eran nada más y nada menos que cajones vacios ya que no estaban conectados a la red de desagüe. Así podríamos continuar con locales y comercios que no saben ni lo que es una licencia de apertura, los famosos vados, donde algunos picaros con ingenio han puesto un poste para inutilizarlos pero curiosamente se desatornilla para meter y sacar el vehículo y así no pagar la correspondiente tasa. Pero lo que más me ha fastidiado, y parece ser que la norma se extiende, es el informe del Defensor del Pueblo recalcando la idea de que son los propietarios de casas ilegales los que deben de pagar la urbanización. Por lo visto Sanlúcar tiene más de 5000 pícaros que solicitan servicios, pero que no quieren pagar la parte de los costos que les corresponde. Amigo Hernández, te daré la razón en un punto, habrá que subir los impuestos cuando no se pueda más, pero primero habrá que regularizar todas las situaciones, ya que el mismo burro no puede soportar toda la carga. Mi amiga la Delegada de Hacienda, a la que tengo en gran estima, aunque ella crea lo contrario, va a tener que aprender de Cervantes, y va a tener que luchar con los molinos y si tal como se rumorea se va a llegar a un acuerdo con Diputación para gestionar los cobros, primero deberá de incidir en las irregularidades, atajar el problema y además contar con un equipo adecuado que saque a la luz toda la sarta de barbaridades que se están cometiendo en nuestro pueblo. Solo si pagamos todos sanearemos la situación y en definitiva pagaremos menos. Visto lo visto amiga Inma, viendo la que se avecina, te dedico la siguiente frase de Napoleón: “hay picaros lo suficientemente pícaros para portarse como personas honradas”
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