No sé si mis sufridos lectores tendrán un atisbo de espíritu navideño. La verdad que la Navidad parece adelantarse cada vez más y pronto la celebraremos en verano.

José Luis Zarazaga.-El primer síntoma de dicho adelanto viene siendo año tras año la presentación de las innumerables campañas solidarias a que nos tienen acostumbrados los políticos locales que nos  desgobiernan.   Todavía me quedan gratos recuerdos de mi infancia, cuando las navidades eran otra cosa, nos alegrábamos frente al televisor viendo como cantaban la sin par canción: “Llega la navidad, con sabor a mazapán, de turrón, de mieles y de pan. Vamos a celebrar, la familia en el hogar, nuestra Nochebuena una vez más, con nueces peladillas y un poquito de champagne, cantando una canción que diga con mucha humildad, que aquí los tres payasos piden a la humanidad, que reine la paz”.

Bonito, ¿no es verdad?, algo tenía que cambiar, imaginen ustedes cambiamos la televisión de la época de Tito Paco, por Telesanlúcar y ponemos a los tres políticos locales, que para el cuento es lo mismo que los tres payasos, y tenemos la misma serenata.  

Volviendo al tema que nos ocupa, que no es  más que el empeño de algunos, digamos políticos locales, de insuflarnos el espíritu navideño, está, que yo sepa, no llegará hasta el 25 de diciembre, pero esto no será óbice para que sigua sonando de forma repetitiva la palabra solidaridad.

Hoy alegremente nuestros queridos políticos locales han tenido a bien recordarnos que la Navidad es esa época del año en que la sociedad, además de consumir de forma absurda y abusiva, es una época para practicar la solidaridad ya que hay gente necesitada de nosotros y han decidido que compensemos en unos días, todo lo que no han sido ellos capaces de llevar a cabo en un año.   A mi humilde entender el problema viene dado  como si fuera el eslogan del detergente Gior: “con un poco de pasta basta, Gior”.

Aunque a este su humilde desarticulista le duela en el alma, creo que hoy nuestros políticos locales han dado un nuevo significado a dicha palabra: “Concepto utilizado para limpiar la conciencia”;

Perdonen señores, pero creo que la mayor solidaridad siempre debe de ir acompañada de la mayor humildad, los fines espúreos sobran. Con esto no quiero poner en duda las bondades de ser solidario, ni la necesidad de seguir concienciado a la población de la necesidad de luchar contra las desigualdades y los problemas sociales que se dan en nuestra localidad.

El problema parece cuando la palabra solidaridad se utiliza de forma gratuita y con un fin propagandístico esencial.   Lo importante no es llenarse la boca de solidaridad, sino serlo sin necesidad de demostrarlo, sobran las alusiones en prensa y en televisión, lo importantes es ser solidario y a la vez conscientes de las desigualdades y de la labor totalmente desinteresada que anónimamente realizan muchas personas de nuestra localidad.Sirva este artículo como homenaje a todos ellos y como tirón de orejas a aquellos políticos que utilizan alegremente la solidaridad.   

No quiero finalizar sin deciros que la pobreza existe en la misma relación que la falta de solidaridad y la falta de caridad en el corazón de los hombres y tal como hoy hemos podido comprobar, para muchos, la preocupación de la pobreza no deja de ser un discurso que solo busca el beneficio personal. En efecto, seamos solidarios, hermosas palabras que son convincentes a la hora de buscar el apoyo político, es más yo diría es una actitud que debería avergonzar al político como tal.