15.000 Euros para la Esperanza, 10.000 Para San Miguel y 11800 Euros para la cabalgata de Reyes. ¿Cuántos juguetes para niños necesitados y cuántas cestas de navidad se podrían comprar a familias necesitadas?José Luis Zarazaga.-Se habrán preguntado mis sufridos lectores, al igual que mi editor, que es lo que le ha pasado a nuestro humilde desarticulista. La verdad sea dicha, habré estado en el limbo, ya que han ocurrido hechos memorables dignos de todo elogio. Ejemplo claro los tremendos olvidos de nuestros políticos locales cuando clamaban al cielo contra el transfuguismo y un poco más y le ponen un altar a su patrona “Santa Rosa”. Pobrecitos esos olvidos tienen que ser cosa de la edad.
Volviendo a nuestro tema, en estos días ha llegado a mis manos, a parte de una carta anónima de interesante contenido, un resumen del argumento de la novela de David Zeman “El Síndrome de Pinocho”, no me sean mal pensados que no tiene nada que ver con las napias, sino simplemente con las mentiras a que nos tienen acostumbrados los políticos que nos desgobiernan. El título me atrajo de inmediato, pero tras un primer vistazo que prometía una intriga política extraordinaria, me encuentro con una historia sosa, repetitiva, mal contada y que aburre más que la intervención de Lola Cañero en el Parlamento. Antes de continuar, si alguien sufre de estreñimiento, por gentileza de Aula Gerión puede visionar su intervención al completo, pero cuidado puede tener efectos secundarios ya que es increíble que un parlamentario pueda rebuznar tantos disparates en tan poco tiempo. Volviendo a la historia vemos como gira básicamente alrededor del poder político, y como un senador quiere llegar a él a través de mentiras y engaños. Imaginen nuestra Sanlúcar después de aquel 27 de mayo, una localidad insegura, desolada y vulnerable tras el desastre financiero y el posterior hundimiento de su ayuntamiento con todos sus trabajadores. El miedo generalizado hace que los sanluqueños respiren miedo y en el transcurso del relato, este miedo se agudiza con la aparición de una extraña enfermedad que ataca, sin aparentes motivos, a los sanluqueños y que se le da el nombre del "síndrome de pinocho". En nuestra historieta los diversos personajes se descubren de inmediato, o son muy buenas personas, imaginen hasta se preocupan por los que no tienen, organizando campañas de navidad, o son casi diabólicos, como nuestro terrible y malvado Doctor Prats, que aunque no puede dirigir sus cucas acciones desde el Salón de Plenos, mantiene su terrible laboratorio en la Calle San Juan. Toda la trama política gira en torno a la idea de intentar derrocar a la actual alcaldesa por su aparente debilidad de carácter, frente a las acciones de terrorismo económico que parecen querer acabar con la economía municipal. Toda la trama va acompañada de una investigación desarrollada por un desarticulista especializado en temas políticos que desea conocer en profundidad las causas del síndrome que ataca a nuestra localidad y cuyos portadores son los políticos que nos desgobiernan. Volviendo a la realidad, la existencia de nuestros políticos, está marcada por el hecho fundamental de seguir pegados al sillón. Esto ya lo hemos analizado multitud de veces, pero pecando de insistente, he de decir que los políticos que nos desgobiernan sobreviven y se apegan al poder de una forma peculiar. La mentira de nuestros políticos es la mentira de la existencia, lo hacen de forma peculiar y un tanto especial, pasando a ser la mentira más comúnmente creada y creída por los ciudadanos. Sobreviven apegados al sillón porque digámoslo así, mienten. Pero mentir filosóficamente hablando no es contar mentiras, es decir, contar aspectos de la existencia que en realidad no existen. Ejemplo claro el siguiente párrafo de un Decreto llevado hoy a Pleno: “Considerando que con fecha 21/05/2007, fue concedida subvención a la Muy ilustre Venerable y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Esperanza Coronada y Santa Ángela de la Cruz por un importe de 30.000 Euros…………. Que como ya se ha expresado con anterioridad, a la finalidad de la subvención a otorgar, es financiar parte de los gastos extraordinarios generados por la Coronación Canónica celebrada el pasado día 14/10/2007, cifrándose la aportación municipal extraordinaria en un total de 15200 Euros” Y me dirán ustedes ¿eso es una mentira?, yo tendré que responder que no ya que antes que nada tenemos que estar muy seguros de que el fin de ese gasto sea real, pues sin conocer tajantemente, cualquier intento de comprenderlo es crear una burda farsa: “Resuelve: Conceder a la muy Ilustre, Venerable y Fervorosa Hermandad y Cofradía………… de forma concreta a la ejecución de una imagen de Nuestra Señora de la Esperanza Coronada y un pedestal para instalar la misma”. No añado lo que se le concede a otra hermandad para el mantenimiento del edificio ya que esto último es de interés público. Visto lo expuesto y con la ligereza que se conceden ciertas subvenciones que casualidad vaya fin social que conlleva levantar un pedestal y una estatua, solo me queda pensar que alguien de nuestros políticos miente. Miente el Delegado de Fiestas, que quiere que asistamos a una orgía de sufrimiento y sangre de un pobre animal con la excusa de comprar juguetes para los niños necesitados, Miente nuestro Delegado de Servicios Sociales al lanzar campañas solidarias de Navidad para los necesitados, Miente nuestra Delegada de Economía al decir que no hay dinero para pagar a los trabajadores y a los proveedores de nuestro Ayuntamiento. Visto todo esto y ya que todos los políticos estén o no en el Equipo de Desgobierno parecen estar infectados de dicho síndrome, fruto de mi ira es la negativa a aceptar ninguna campaña de solidaridad de las que promueven nuestros políticos locales ya que todo es una burda mentira. Para finalizar hagan un pequeño cálculo. 15.000 Euros para la Esperanza, 10.000 Para San Miguel y no precisamente el patrón de las cervezas y 11800 Euros para la cabalgata de Reyes. ¿Cuántos juguetes para niños necesitados y cuantas cestas de navidad se podrían comprar a familias necesitadas?, dejo la pregunta en el aire. Nuestros políticos locales quieren mil cosas, entre ellas incluso sanar de su enfermedad, y cuando el pueblo le entrega la medicina, la rechaza pues piensa solamente en su mal sabor, pero reclama vigorosamente el ser sanado. La auténtica medicina que nuestros políticos han de tomar, y consecuentemente, de aprender, es la medicina de la humildad. Espero no haber aburrido a mis sufridos lectores con tan larga diatriba, ya que el tema merece una atenta reflexión. Agradecer la colaboración a un asiduo lector que tuvo la bondad de enviarme una anónimo y no precisamente el veneciano, a todos darles las gracias, sean felices, créanse las mentiras que llega la Navidad. ¡No por favor, no, no volveré a hacerlo, no volveré a criticar a nuestros políticos locales, por favor no me obliguéis a visionar de nuevo el vídeo de la Cañero, noooooo!
|