¿No es cierto que el mayor de los regalos se lo llevan las Hermandades y Cofradías y la labor de Caritas la dejamos para nuestras conciencias?   

José Luis Zarazaga Pérez.-En estas celebradas fechas, donde todo el mundo es feliz, pletóricas de comidas de empresa y felicitaciones, donde todo el mundo es bueno y reina la paz y la armonía. A este humilde desarticulista le parece que estas fechas son el mayor ejemplo de la hipocresía humana.  No es que uno sienta rechazo por la Navidad, sobre todo, si va acompañada de unas cortas vacaciones y de un empacho de jamón serrano. Lo que me extraña es notar como cada vez oímos con más frecuencia expresiones de rechazo a la Navidad, son muchos los que desearían que no llegara nunca la Navidad, otros, nada más empezar la Navidad están deseando que termine.

Mucha gente se siente incómoda por la explosión de hipocresía que, según ellos, sucede en estos días, se lamentan de fingidas uniones familiares, de insoportables comidas navideñas de empresas donde los que se odian y se zancadillean durante el año se sientan juntos a comer y a beber.   ¿A que les suena esto?, pues muy sencillo a lo que vivimos año tras año en estas fechas en lo que se conoce como política local.

No sé que tendrán estas fechas que parece que las polémicas se olvidan en el Pleno del pasado día 16, ningún político habla de crisis, aunque con esta excusa hayan despedido hasta al calvo de la lotería. Polémicas aparte a aquellos que tanto han largado contra los trabajadores municipales y que por ironías del destino ahora ocupan un lugar en el Salón de Plenos, callan ante los despidos masivos que están efectuando las empresas constructoras, incluidas las que ejecutan el denominado Plan E. ¡Callemos, es Navidad!.    

La Navidad  es una época del año en la que, coincidiendo con el mensaje de igualdad y solidaridad basado en el amor que trae ese niño nacido en un establo, y que algunos cuelgan de los balcones, donde el pueblo es invitado a una redistribución de los bienes en aras de la justicia social y, por tanto, de la igualdad de todos como hermanos.     

San  Francisco, y no precisamente nuestro nuevo miembro del Equipo de Desgobierno,  decía a los que tenían que dieran a los que no tenían, al igual que tanto los magos de Oriente como los pastores dieron al niño y a sus padres. Ni los magos dieron nada al rey Herodes porque éste ya tenía de todo, ni los pastores dieron a otros pastores porque también ellos tenían lo necesario.

En la Navidad volvemos a tomar conciencia de un mensaje revolucionario y  se nos vende la idea de que todo el que tiene da al que no tiene. ¿No es un poco absurdo y además incoherente que se aproveche la Navidad precisamente para dar más a los que más tienen?

La Navidad que nos venden estos políticos que nos desgobiernan es la navidad de Papa Noel, una Navidad en  la que los  que más  tienen se regalan curiosamente entre sí, incluso los magos de Oriente, que nosotros elevamos incorrectamente al rango de reyes, se han contagiado y regalan más a las personas más ricas. ¿No es cierto que el mayor de los regalos se lo llevan las Hermandades y Cofradías y la labor de Caritas la dejamos para nuestras conciencias?    

Navidad, época de hermanamiento, de solidaridad, las polémicas quedarán relegadas para el próximo día siete de enero, entonces veremos el resultado de la resaca, para algunos será bastante dolorosa. Se acabará entonces el sonido de las zambombas y las panderetas, a diecisiete meses de las elecciones municipales oiremos el sonido de los tambores de guerra, y muchos temblarán porque se acerca el ocaso.   

San Basilio escribió: “Del hambriento es el pan que guardas; del desnudo el abrigo que te sobra en tu ropero; del descalzo el calzado que se pudre en tu poder; del necesitado es el dinero que tienes enterrado” Tomad nota de que lo que guardáis y administráis es del pueblo.

San Ambrosio escribió: “No le regalas al pobre una parte de lo tuyo; sino que le devuelves lo que es suyo”. Creo que no hará falta otro comentario, como decía un aforismo latino: “sumo derecho, suma injusticia, a mayor justicia mayor daño”, espero de todo corazón que sepáis enmendarlo.  

De todas formas aunque uno sea un ateo republicano, creo que es de recibo finalizar con una pequeña dedicatoria: “Que la lluvia de la felicidad os pille con el paraguas roto, que os empape plenamente y que salpique a todos los que están a vuestro  alrededor”   

Algunos os dirán Feliz Navidad, yo solo puedo deciros que el pueblo os lo agradecerá.