Generalizar siempre es injusto

Antonio Fernández.-Permíteme en primer lugar felicitarte por la valentía que muestras al dar la cara con nombre y apellidos en este espacio que nos ofrece Sanlúcar Digital. Todos sabemos lo que cuesta la libertad, y lo ingrato que puede llegar a ser ejercer tu derecho a opinar en una sociedad donde el pesebrismo que algunos han convertido en profesión, coarta, limita e incluso amputa tu derecho a decir sin temor a represalias lo que verdaderamente piensas.

Pero centrándonos en el tema, permíteme que te haga una pequeña puntualización con respecto al artículo que podemos leer líneas más abajo. Cuando uno generaliza está expuesto a dejar muchos heridos en el camino, y este es el caso. Sabes, y si no te lo han dicho yo lo hago ahora, que existe un órgano de participación que se llama Consejo Local de la Discapacidad al que desde su creación pertenezco con voz y voto. 

A ítulo personal, acepté esta invitación porque entiendo que la única forma de mejorar la realidad que nos rodea es aportar, y si existe alguien que necesita nuestra ayuda esos son nuestros niños y niñas, nuestros adultos y adultas, nuestros abuelos y abuelas que no pueden valerse por sí mismos. Una vez oí que la calidad de vida de una ciudad se mide por la capacidad de cuidar que ésta tenga de los más necesitados, y el mencionado consejo debía de ser una herramienta para mejorar nuestra calidad de vida.

Desde el mismo día que se publicó en el BOE el decreto que regula el conocido como segundo Plan E, solicité por escrito la convocatoria del mencionado Consejo, ya que existe la posibilidad de destinar una parte de esos fondos a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad o en situación de dependencia. Se lo importante que son para los hijos, ni más ni menos que para el resto, y por tanto no he de pedirte que hagas ningún esfuerzo para ponerte por un instante en la piel de un padre que lo único que persigue es mejorar la calidad de vida de su hijo. Enrique tiene ya tres años, cómo pasa el tiempo verdad, es un tío que te encantaría conocer porque el siempre tiene cosas que dar.

Antes de que naciera, y sin necesidad de crear ningún consejo, un grupo de locos nos cogimos de las fuertes manos de un puñado de madres que crearon ASPAHIDIS, una asociación que tan pronto nació acabó muriendo contra la intolerancia y el clientelismo de algunos intereses oscuros, para conseguir poner en pie el llamado proyecto Blanca una iniciativa por la que la fundación La Caixa apostó concediendo una subvención de 20.000 euros para, entre otros proyectos, construir una piscina terapéutica donde ejercitar a los pequeños con lesión cerebral, ya que una vez finalizada su estancia en el Centro  Comarcal de Estimulación Precoz, muchos niños y niñas ven interrumpida un terapia que nadie sabe lo que significa para ellos. Cuando se mete en la piscina se sienten libres por un rato, su cuerpo se siente al completo y por sentado que su estimulación se dispara.

Por supuesto es proyecto quedó en el baúl de los recuerdos porque estaba maldito, creo recordar que algún sabio dijo que debíamos pedir perdón a no sé que dios, y la verdad es que mirando la cara a mi hijo no logro entender quien es el que tiene que empezar a pedir perdón a quién, porque como dice el refranero español, quien escupe al cielo…

Después de proponer, pedir y clamar en el desierto que aprovechando el Plan E se pudieran invertir los 30.000 euros que cuesta acondicionar una clase del Colegio Concertado Virgen del Pilar para construir en su interior una piscina terapéutica, la intolerancia, la ausencia absoluta de sensibilidad y lo que más pena me da, la demagogia utilizada como arma arrojadiza contra los niños y niñas de este colegio, han servido para desestimar una petición que realicé no para mi hijo, ya que el método que estamos siguiendo no precisa de trabajo en agua, y si para el resto de los niños y niñas que en algún caso, nunca, y subrayo lo de nunca, han tenido la oportunidad de sentir la liberta que te da poder flotar y vencer así a la maldita gravedad.

Estos niños no entienden de titularidad de edificios, asociaciones en graves problemas económicos o simplemente en principios de caja única. En este tiempo he leído y escuchado una ristra de embustes, mentiras y despropósitos para justificar una decisión tan injusta como insolidaria, que no voy a perder ni un solo minuto en repetir aquí todo el cinismo que unos cuantos han puesto encima de la mesa para defenderse de unos niños, porque al fin y al cabo no se trata de otra cosa que de defenderse de las peticiones de quienes no tienen nadie que pida por ellos.

Ese cambio del que hablabas se produjo el 25 de mayo de 2007, los ciudadanos mandamos un mensaje claro a todos sin excepción, los sanluqueños propiciamos un cambio y este se produjo en las formas pero mucho me temo que no en el fondo, porque aquí no se miran las propuestas desde unos ojos limpios como los del pequeño Enrique, a él le hubiera gustado ver a sus amigos del cole felices aunque sea por un rato, pero la sinrazón de quienes no entienden más que aquel viejo dicho de estas conmigo de manera servil o estás contra mí, ha impedido que este proyecto salga adelante.

Pero no te apures, yo se que tú no eres como ellos, y porque sé que hay gente como tú que cree en la participación como pilar indiscutible desde el que construir el futuro de nuestros hijos voy a seguir pidiendo que se convoque el Consejo Local de la Discapacidad para que se siga trabajando por los más desprotegidos, incluidos los niños del Colegio Concertado Virgen del Pilar que no es lo mismo que AFANAS, a ver si algún profesional de la política se entera.

Nuestros hijos tienen los mismos derechos que los suyos, los dos van colegios concertados. Afortunadamente Sanlúcar sigue contando con una generación de hombres y mujeres que estamos dispuestos a no permitir más el engaño y la burla a nuestros hijos, y como dijo el pueblo en mayo de 2007, solo el pueblo tiene el verdadero poder, todo lo demás son préstamos que más pronto que tarde terminarán pagando.