Tenemos que salir de la pereza y espabilar, no nos limitemos a cumplir solo con las obligaciones más elementales como ciudadanos, hay que tener criterio por encima de intereses personales y económicos, y salir del aletargamiento, mediocridad e infantilismo

Fernando Hernández. Un síntoma preocupante que se aprecia en la sociedad sanluqueña es la poca madurez de algunos ciudadanos y organizaciones, intentado siempre encontrar un culpable a cualquier acontecimiento negativo, desgracia, molestia o accidente que se produce en el municipio. Hay que encontrar un causante y quien mejor que el Ayuntamiento. Muchos se posicionan en una situación de victima, intentando beneficiarse de ese victimismo. Quizás propiciado por los propios gobernantes, por haber aumentado sus competencias en menoscabo de las que les debiera corresponder a la sociedad civil.

Si llueve mucho y se han inundado muchas calles, eso es culpa del Ayuntamiento que tenía que haber puesto una carpa; si unos gamberros destrozan árboles eso es culpa del Ayuntamiento por que tiene que poner más policías; si un grupo de ciudadanos quieren montar otra Residencia de Ancianos, se les da un suelo para ello, y hacen rifas y cenas, ¿podrán recaudar 300.000 euros? ¿Pero es que la Residencia vale 3.000.0000 euros? Ya, pero eso que lo busque el Ayuntamiento, mientras que yo cubro mi “alter ego” benéfico.

Tenemos que salir de la pereza y espabilar, no nos limitemos a cumplir solo con las obligaciones más elementales como ciudadanos, hay que tener criterio por encima de intereses personales y económicos, y salir del aletargamiento, mediocridad e infantilismo.

No pretendamos que puede hacer “Papa Ayuntamiento” por nosotros, lo que haya que hacer tenemos que hacerlo entre todos. De la situación actual solo se podrá salir con la contribución de todos. Y empezar a asumir cada uno su responsabilidad, debe ser lo primero.