Cuando reviso los Estatutos del Partido Popular, y señala a esta organización como “democrática”, no salgo de mi asombro después de las últimas acciones de muchos de sus miembros a lo largo de este período electoral, que desemboca en el Congreso Local de hoy

Un Congreso, que desde su origen hasta su final ha sido un auténtico engaño para todos los afiliados del PP de Sanlúcar, y para aquellos que defendemos la pluralidad y la democracia dentro de las organizaciones políticas de este país. Todo comenzó, con la designación parcial y arbitraria, de un Comité Organizador del Congreso, que posteriormente se ha demostrado (a través de sus avales al Sr.  Marmolejo) que el término imparcial lo desconocen en su totalidad. Hay que destacar, que se propuso mi nombre para conformar dicho Comité, encontrándose con la negativa de la Sra. Mestre argumentando que yo era una persona “crítica”. Desde mi punto de vista, creo que desde la crítica se pueden mejorar las cosas y no producir el efecto contrario, tal y como argumentaba la presidenta de la Comisión, que parece ser que tiene poco sentido crítico.

Posteriormente, se exige para acudir al Congreso, rellenar una solicitud en la sede local del PP, algo que no aparece ni en los Estatutos Locales ni en el Reglamento de Organización de Congresos Locales. ¿acaso pretendían convertir a la sede en el centro social del afiliado? Todos sabemos que durante muchos años la sede ha sido un desierto sin oasis.

Y todo acaba, con la denegación de la candidatura de José Villegas por motivos oscuros, a través de prácticas políticas  subrepticias dignas de las peores épocas que ha pasado este país.

 Es muy triste para los que defendemos otra forma de hacer las cosas, todo lo que ha sucedido a lo largo de este proceso electoral. Lo que debía haber sido limpio, transparente e inmaculado, se ha convertido en un proceso indigno y lleno de interrogantes que dejan muy malparado a la Dirección Provincial del PP de Cádiz.