Son ya algunos los años los que han pasado, desde que José Mª Aznar anunciara solemnemente en un mitin, que ningún militante del PP se presentaría a una elección cuando estuviera imputado. Una declaración muy en la línea con la demagogia que practicaba el lider popular. No solamente no se cumplió este compromiso electoral, sino que hoy en la oposición siguen haciendo lo mismo, lastrando cada vez más, la intención de votos del PP para las próximas generales. En Alhaurín..... el Grande- no confundir con Alhaurín de la Torre (el Chico)- no es solo su alcalde del PP quien esta imputado. También lo son bastantes empresarios del ladrillo, acusados de pagar comisiones ilegales a cambio de favores urbanísticos.
Si bien es cierto que la presunción de inocencia debe prevalecer sobre los juicios paralelos que todos los ciudadanos hacemos en estos casos, no es menos cierto que el apoyo popular a estos presuntos delincuentes es cuanto menos sospechoso. En este país siempre se han encumbrado a los maleantes y salteadores de caminos, bandoleros y rateros de tres al cuarto, quien sabe si para compensar todos los sinsabores que la justicia o el estado nos tiene acostumbrado, en un país donde hasta hace poco nadie pagaba al fisco. Un país donde estan bien vistos los defraudadores de hacienda y se tilda de idiota al que cumple con sus obligaciones.
En otros países de nuestro entorno europeo los ciudadanos se sienten más o menos patriotas en una proporción directa a los impuesto que paga a su estado. En otros como en Francia, el estado, heredero de la Revolución francesa, sigue siendo todavía el gran protector de todo francés y así lo sienten los ciudadanos.
En España, aplaudimos a caudillistas y trileros de la política sin más formación que ser presidentes de un club de fútbol u otros personajillos de la prensa rosa. Y lo que es peor, a toda la ralea de oportunistas que le acompañan en sus fechorías.
En Alhaurin el Grande, dicen, que todo el pueblo apoya a estos imputados y a su alcalde, asiduo también de los juzgados, aunque existen dudas razonables para pensar que no se les ha preguntado a los representantes, militantes y simpatizantes de los otros partidos políticos de la vida pública alhaurina o al sinfín de extranjeros que habitan en este bonito pueblo malagueño.
Al final los jueces tendrán la última palabra y las posibilidades que algunos de los imputados sea declarado culpable, son muy altas. Sin embargo, el “populacho” seguirá jaleando y encubriendo al Tempranillo o al Luis Candela, que con sus fechorías rondan aun por Alhaurín el Grande, sus alrededores y más allá. Las sentencias, si fueran condenatorias, no serán suficientes porque el pueblo ya los han absuelto a todos. Asi nos va.
