Cuando un partido político se ve privado de ejercer su libertad de expresión en alguna “plaza” mediática”, sólo le queda el derecho de difundir su ideario en otro lugar donde sea libremente recibido.

Pepe Fernández.-Los cuatro concejales que el PA obtuvo en las pasadas municipales del 2007 avalados por más de 5.000 sanluqueños no debería ser asunto baladí en las esferas políticas de nuestra ciudad, aunque a veces la escasa repercusión mediática da la impresión contraria, ya que partido y líder se encuentran desde hace meses perdidos en las columnas o editoriales de la prensa, si no es para criticarlo severa, reiterada e innecesariamente de sus actuaciones o deslices verbales “off the record”, que por cierto no inciden en absoluto en la vida pública sanluqueña, más allá del anecdotario de su concejal más representativo. 

La contumacia del silencio de información sobre las actuaciones de la oposición en Sanlúcar es manifiestamente interesada, sobre todo cuando se trata de  partidos en los que sus trabajos de oposición, como no podía ser de otra forma, suscitan ya  serias dudas sobre el continuismo político en la Cuesta de Belén para el 2011. 
Cuando un partido político se ve privado de ejercer su libertad de expresión en alguna “plaza” mediática”, sólo le queda el derecho de difundir su ideario en otro lugar donde sea libremente recibido. El problema, sin embargo, radica cuando los obstáculos e impedimentos para  ganarse  a la opinión pública en algún medio, son pagados con los impuestos de todos los sanluqueños.

Pepe Fernández