Quisiera comentarle a nuestro gran amigo Antonio Prats que no se rasgue las vestiduras, que no se ha perdido nada, no vaya a ser que ahora lo veamos defendiendo una fiesta que ha sido siempre el prototipo de una derecha más rancia que el carro de Drácula.
José Luis Zarazaga.-En este catorce de julio día de la República en Francia y como no de mis tan queridos San Fermines en Pamplona, este su humilde desarticulista como ha sido golpeado por la crisis y no ha podido ir a Navarra tal como tenía por costumbre, solo me ha quedado el recurso de entonar la tan coreada canción: “pobre de mí, pobre de mí, que nos han dejado sin Fiestas del Guadalquivir”, perdonen ha sido un lapsus linguae, ¿en qué estaría yo pensando?
Me informan, aunque yo ya no doy nada por seguro, que este Equipo de Desgobierno en un alarde de valentía y de buen hacer ha decidido suprimir de un plumazo ese mamarracho de fiestas denominadas como de Exaltación al Rio Guadalquivir.
Si es totalmente cierto, tengo que darles mi más sincera enhorabuena, ya que hay que comenzar metiendo la tijera en gastos inútiles, ya que el motivo para las cuales fueron concebidas era de índole cultural y ha pasado a ser la pasarela de unas niñas, digámoslo así, pseudopijas.
Cierto que dichas fiestas tuvieron su comienzo en el año 1956, lo que no ha sido óbice para que haya tenido una lenta decadencia pasando de ser una especie de escaparate franquista a un lucimiento de políticos del tres al cuarto en plena Democracia. Nunca llegaré a entender como el Partido Comunista, que tanto se las daba de izquierdas, no solo en aquellos primeros años no la suprimió, sino que encima las potenció y para más inri olvidándose de sus aspectos culturales, “misterio sin resolver”
Nunca entenderé tampoco como en el tiempo que lleva funcionando la Delegación de la Mujer en nuestro Ayuntamiento y con todas las campañas puestas en marcha a favor de la igualdad, sigan sin decir nada sobre una fiesta que lo que sirve es para realzar los estereotipos que ya deberían de haber dejado de existir hace muchos años, en fin también otro misterio sin resolver.
En la XIII edición de dichas fiestas, el estribillo poético que más sonó fue el siguiente “Para alcarrazas, Chiclana / para trigo Trebujena / y para niñas bonitas /Sanlúcar de Barrameda”
¡Todo un dechado de literatura poética!
Como no quiero extenderme y siendo la segunda vez que veo a este Equipo de Desgobierno adoptar una iniciativa lógica y sensata, la primera fue suprimir el Festival de Jazz, solo deciros que oiremos a las plañideras llorar por las esquinas, pero el pueblo es sabio y os lo agradecerá.
¡VIVA LA REPÚBLICA!
