Como he dicho en otros artículos que he publicado anteriormente, soy de Sanlúcar, y estoy orgullosa de serlo, y es por lo que quiero manifestar mi queja en relación a temas ambientales, al igual que otras veces. Esta vez, más concretamente sobre el tema de horarios de tirada de las basuras en los contenedores públicos.
Francisca Herce de la Higuera.-Es lógico y evidente que no corren buenos tiempos para el turismo en nuestra ciudad, ni casi en ningún lugar de Europa, pero también creo que es momento de ser los mejores en promocionarnos e intentar mejorar nuestra oferta, con respecto a otros lugares, y no es en esa línea precisamente en la que están trabajando nuestros políticos.
Creo que la prueba más evidente, y la que me concierne hoy, es que si damos un paseo por las calles de nuestra ciudad, descubriremos una amplia gama de olores desagradables y casi insoportables para nuestras glándulas olfativas, que a todos alguna vez incluso nos ha echo cambiar de acera, hecho que frecuentemente va acompañado de sus respectivos vertidos líquidos que chorrean desde los contenedores, ocupando parte de la vía pública.
También hay que decir que la cantidad y el tamaño de las moscas que pululan por los alrededores de dichos contenedores, en algunos casos pueden dar lugar a confusión a algunos turistas, con la avifauna existente en Doñana.
Broma aparte, es un hecho que se debe corregir lo antes posible, ya que de forma directa o indirecta nos afecta a todos.
En éste medio de comunicación, en días anteriores he podido leer que la Patrulla de Vigilancia Ambiental la forman una o dos personas, y digo yo que tanto si es uno, como si son dos, son un número insignificante, teniendo en cuenta que somos alrededor de 65.800 habitantes empadronados, aumentándose en verano en un número considerable, y con una superficie de término municipal de más de 174 kilómetros cuadrados. ¿Creéis que son suficientes dos personas en caso que las haya?.
Todos estos problemas corren en nuestra contra, y a nuestra cuenta, ya que sois vosotros los que gestionáis (mal por cierto), nuestro dinero, (dinero público) y nosotros los que sufrimos los problemas que vosotros no solucionáis.
