¿Tirarse al moro?
José Antonio Córdoba.-Estamos en época estival, como corresponde después de un invierno trabajando a destajo, me toca mis merecidas vacaciones de verano.
Hoy he llegado tempranito a la playa, puesto sillas, sombrillas y demás aparejos, me siento a disfrutar del paisaje viendo pasar buenas mozas y las que antaño se suponen lo fueron, como fondo el rumor de la marea en continua retirada hacia el mar, las barquitas de marras diseminada por el litoral de la playa y el Coto de Doñana a lo lejos.
Aquí tranquilo mientras lees, escuchas las conversaciones playeras de las sombrillas vecinas. De buenas se empiezas a escuchar un rumor que se hace cada vez más fuerte, alzo la vista y me encuentro con un moro queriendo venderme relojes, gafas de sol y de más artículos, mi ¡no!, es tan rotundo como las ganas de perderlo de vista. Pero no ha sido el único he podido contabilizar hasta seis moros vendiendo ropas de playas y otros artículos. ¿Qué ni en la playa está uno libre del moro? ¿Dónde quedan los años del Pistacho, Patatas Fritas?
Saco el cuaderno y a tomar notas, que se traducen y filtran en este artículo.
Nuestra economía por los suelos; el empleo hace su verano; la industria viaja placenteramente a destinos del tercer mundo; la agricultura se planta en las calles de Cádiz; la pesca lo que pillamos en el súper. Y después de esto te tienes que tragar como estos socialistas nos publicitan como el mejor de los proyectos que Marruecos ya está preparado para competir en los mercados internacionales, que posee trabajadores cualificados.
Pero Señores/as de España, que ya somos una simple mancha en el mapa de Europa. Qué para colmo se nos insta a salir a trabajar fuera de nuestra tierra, de nuestro país. Ahora tenemos que ver como el moro se nos sube en la chepa y nos pasa por encima para meter sus productos en nuestros mercados y lo que es peor, que nos quitará nuestros mercados de venta.
Estos socialista, no solo nos arruinan, sino que encima nos hacen bajarnos los pantalones ante el moro, para que este progrese a nuestra costa.
