Dolores Romero.-El magnifico, excepcional e importante (ya ven, salió) Concejal Delegado de Fomento de Empresas, Formación, Empleo e Innovación Tecnológica y Calidad Administrativa de Sanlúcar de Barrameda (uufff casi nada) D. Antonio Reyes ha anunciado con toda la felicidad inimaginable por habida y por haber, que se ha producido una noticia que, a su juicio, claro esta, cambiará a partir de la fecha el devenir de la historia de nuestra “bonita y querida ciudad” (sic). La noticia no es otra que al Hotel Doñana le han concedido una estrella más, es decir, ya son cuatro, al parecer.
Este señor aún le debe durar los efectos de la felicidad de la celebración reciente de la boda de una hija, porque de otra forma no se entendería. Salvo que, como últimamente no sale en los medios, y a este señor le gusta una foto más que a nadie, le habrá dado un ataque de cornamenta al ver su compañero de asociación, uy perdón partido, en todos los saraos con su pareja de hecho que se lleva todo el protagonismo.
Ahora si, vamos Sr. Reyes, con la mitad de la población activa sanluqueña en paro, con la poca o ninguna expectativa laboral para los jóvenes, con los viñistas en pie de guerra, con los efectos cada vez más palpables del narcotráfico en nuestra “bonita y querida” ciudad, con la suciedad por doquier, con el caos circulatorio y el abandono secular de los parques y zonas ajardinadas, que ante la impasibilidad del Equipo de Gobierno se derribe viviendas a trabajadores sin más medios, que a vecinos se le expropien sus viviendas por cuatro perras en pos de un más que dudoso bien general, ante una gestión municipal nada de nada transparente ni mucho menos participativa, usted tenga los reaños de afirmar lo importantísimo, magnifico y excelente que es la nueva estrellita, que marcará un antes y un después, parece una desfachatez propia de los gobernantes de hace más de 50 años que consideraban al pueblo tonto o algo así.
Más bien, esto es propio de alguien con poca talla poltíca que quiere aparentar lo que no tiene y, además, no es, y piensa que hoy con esta demagogia barata y paleta, se puede engañar, a la gente sin ningún rubor, al intentar apuntarse tantos que ni por asomo le correspondería.
En cualquier caso, para que nadie piense mal, y en nuestra ciudad hay muchos mal pensados, debería contenerse en tantos elogios y alabos a la dirección del Hotel.
