"Lo sucedido en la federación socialista madrileña, no es más que la máxima expresión democrática que puede haber en un partido político"

José Luis Cuevas García.- La verdad es que son muchas las veces que me siento delante de un folio con la intención de poner blanco sobre negro algunas de las reflexiones que los seres humanos solemos hacer cuando peinamos canas, pero he de reconocer que muchas de esas ganas por escribir lo que pienso acaban esfumándose cuando por mi mente aparecen recuerdos de un tiempo que por muy pasado que esté, terminan por ganar al primario instinto de decir lo que se piensa.  Pero la aparición del candidato Gómez en la escena de la política nacional, y sobre todo el desarrollo de los acontecimientos que han culminado con su victoria en las primarias madrileñas, supone un aliciente tan importante que por muchos fantasmas, advenedizos despreciables, trepadores a sueldo y demás bichos que aparezcan, nadie me va a quitar las ganas de hablar de las primarias.

 

         Lo sucedido en la federación socialista madrileña, no es más que la máxima expresión democrática que puede haber en un partido político. En mi modesta opinión, más allá del fin del Zapaterismo, o la derrota del aparato, las primarias madrileñas se han convertido en la fiesta de la democracia socialista. Dos candidatos que han movilizado a miles de militantes que durante 16 años han visto como su partido hacía cada vez más fácil la victoria de Esperanza Aguirre, dos candidatos que han conseguido trasladar a las bases un mensaje positivo en los tiempos que corren, dos candidatos que han dado significado a unas primarias cuyo uso estaba en decadencia.

 

         Las primarias no son más que instrumentos internos que los partidos se dan para controlar democráticamente la llamadas corrientes internas que en la familia socialista han sido tan habituales desde siempre. Por ello, como herramientas de progreso que son deben ser bien utilizadas por todos, especialmente por quienes con la boca pequeña achacan, una vez en al aparato, que las primarias dividen.

 

         Ojalá que la candidatura de Tomás Gómez cumpla con sus objetivos, algo que realmente parece muy difícil si tenemos en cuenta los antecedentes, ojalá que cuando menos la fiesta de la democracia de la Federación Socialista Madrileña sirva para demostrar que las primarias no dividen, más bien todo lo contrario, unen y moviliza a una militancia que está deseosa de un liderazgo, de un mensaje positivo que devuelva al socialismo en general esas ganas de luchar para seguir mejorando la realidad que nos rodea.