No sé si será fruto de mi imaginación, ni si he sido víctima de unos de los brebajes cafeteriles de los que me prepara mi amigo Manolo en el Hotel Doñana o si en todo caso es que me ha sentado mal el atracón de morcillas de la Haba; lo cierto es que últimamente se me aparece la Chiquitilla hasta en las lentejas..
José Luis Zarazaga Pérez.-Esto es estresante, si enciendo Telenina, “ahí está ella sonriendo”, si entro en alguna red social de estas de moda, aparece y se añade como amiga, por supuesto con su eterna sonrisa, si abro Sanlúcardigital me la encuentro en primera plana junto al Pinilla, pues imaginen ustedes como ha acabado uno, me han diagnosticado el Síndrome de la Chiquitilla y el Alhambra no me da la baja ya que no está catalogada como enfermedad, y en todo caso tendría que cogerla todo el pueblo.
Fíjense ustedes hasta adonde ha llegado mi obsesión que visionando la foto que nuestro gran amigo Pepe ha publicado sobre el monolito de la Virgen de Fátima, me pareció que en vez de ver el muñeco de turno, la vi a ella en actitud implorante y reclamadora de su merecido voto. ¡Dios mío, creo que ya no tengo salvación!
Dejando las bromas aparte, y pensando que vaya la que le ha caído encima a nuestra entrañable Irene, este su humilde desarticulista, cree que al igual que hacia Chaparrito, “entiéndase Tito Paco”, tiene contratado varios dobles o que practica la bilocación, aunque esto último lo dudo, ya que por mucho que queramos aún no he encontrado un político que pueda estar realmente ubicado en dos lugares simultáneamente, vamos que ni Antonio Prats y mira que ese casi lo consigue.
Volviendo a nuestro tema, para conocer algo a nuestra amiga, de poco (o de nada) sirve saber su nombre propio. Decir de ella que se llama Irene, es igual a decir nada. Indicarle a Antonio Prats que no se presente a la elecciones, es igualmente inútil. En seguida se preguntarán: ¿Quién es Irene? ¿Qué es lo que quiere Antonio Prats?... Para conocerlos a fondo tenemos que hacer algo tan simple como visionar el Sanlúcardigital Es decir, tenemos que atribuir propiedades o predicados al político: “la Arcardeza es sonriente, atrevida, dicharachera, trolera, etc.”, es decir es política. Cuando hacemos esto, incluimos a nuestra Chiquitilla dentro de un conjunto: “el de los Políticos Inteligentes”; de esta forma, “delimitamos” o definimos lo que la diferencia de los otros seres, “Los votantes ilusos” (Y eso es conocer: definir e identificar).
A esto le podemos llamar “el problema de los universales políticos”. Podemos ver a nuestra arcardeza a cada momento, pero no nos recibirá, podremos darle la mano o tomar un café con ella, pero no nos escuchará, podemos presentarle quejas y sugerencias pero como todos los políticos las recibirá con una sonrisa y acabarán en la papelera, y así podríamos continuar, pero no es plan.
Para terminar y no extenderme ya que creo que el concepto ha quedado claro, le diré a nuestro gran amigo Alhambra, que sí, que es una enfermedad muy contagiosa, más peligrosa que el Picudo Rojo que se ha llevado por delante las palmeras de Madre de Dios y si no me creen que revisen Sanlúcardigital que verán que ha afectado a mucha gente que creyó ver alucinaciones en forma de ruptura de pacto. ¡Hay que ser iluso o estar infectado, mira que pensar que se iba a romper, vamos ni la bomba atómica rompe eso!
Ates de que se me olvide, y aunque caiga en saco roto. Ahí va una pequeña petición para Mariuca: “Elimina la escuela de Teatro, no te gastes ni un euro contratando al Chatono y por supuesto de construir un Teatro, nada de nada, el que quiera visionar alguna obra que vaya al Salón de Plenos. ¡Y yo que pensaba que en Sanlúcar no había cultura teatral!; pues menuda compañía tenemos, vamos no la supera ni el Cirque Du Soleil.