¿Se merece Sanlúcar una oposición que actúa con irresponsabilidad y no está a la altura de los momentos que vivimos? 

Fernando Hernández. Gobernar y gestionar la ciudad es la obligación del partido con mayor respaldo ciudadano y controlar al gobierno de la ciudad es el papel de la oposición.  Respetar y defender a Sanlúcar, y actuar como una piña junto al  equipo de gobierno en los temas importantes de “ciudad” para evitar su deterioro (llámase empleo, etc.) es la obligación de la oposición. 

Solo cumpliendo con este deber, un día la ciudadanía le puede confiar que se encargue, desde el gobierno, de la dirección de los asuntos públicos y la defensa de Sanlúcar. Difícilmente podrán recibir este encargo de ser gobierno y gestor, si la oposición esta demostrando que no puede ser alternativa.

 Los tiempos que vivimos son momentos de crisis y de cambio. Y en estas etapas de nuestra vida es cuando podemos ver la grandeza de las personas, estos son tiempos que exigen de liderazgo fuerte. Tiempos que se piden líderes que transmitan expectativas. Solo aquellos que lo logren tendrán la confianza de los ciudadanos. 

 

Pero la oposición en esta ciudad ha optado por todo lo contrario, prefiere generar desilusión y desconfianza, y ha decidido que una mala noticia para Sanlúcar, es una buena noticia para ellos. Sobre todo, aquellas que el gobierno de la ciudad no tiene competencias: servicios sociales, educación, empleo, etc.

 

A mí como ciudadano, me hubiera gustado una oposición fuerte y que estuviera a la altura de las circunstancias. Actuando con responsabilidad y con respeto a los ciudadanos, a la ciudad.  Sin embargo no ha hecho ninguna de estas cosas, hasta el momento, solo conocemos sus criticas y su demagogia. 

 

Oponerse a un proyecto político no significa decir no a todo, también implica presentar propuestas. Y hasta la fecha, no han ofrecido ninguna “propuesta de ciudad” para mejorar la vida de los ciudadanos de Sanlúcar, salvo algunos ofrecimientos irrealizables y utópicos, que ellos cuando estuvieron gobernando no llevaron a cabo (toda las siglas de la oposición actual ha estado alguna vez en el gobierno de esta ciudad) ni en época de bonanza económica. 

 

Cuando los ciudadanos, ahora más que nunca, necesitamos que nos ayuden y animen, la oposición de esta ciudad ha decidido cruzarse de brazos y poner palos en las ruedas. Por lo que su forma de hacer oposición no es creíble, porque ha perdido la fuerza desde el momento en que sus respuestas se han vuelto predecibles. 

 

Todos esperábamos más de la oposición. También Sanlúcar esperaba y espera más, nunca nos hubiéramos imaginado la actitud de brazos caídos con que esta oposición  esta viviendo la crisis que tenemos, y su empeño de hacer ver que todavía todo es susceptible de empeorar.