“Fr. Antonio Ruiz Castroviejo Alba, exalta a la raza gitana”

Desde hace muchos años, en nuestra convivencia con los gitanos, con las personas del mundo Calé, aquí en Sanlúcar, me han infundado mucho respeto, por su sencillez, por su alegría, por su forma de ver y entender el mundo. Pero realmente cuando hacen huella en mí, estas gentes, es en mi estancia en Sevilla, tantos años atrás, cuando conozco la alegría de la Hermandad de los Gitanos de esta ciudad. Precisamente, después de presenciar toda la madrugada Santa, esa “Madrugá” del Viernes Santo, donde siempre esperaba hasta última hora, para presenciar ese mundo mágico de la Hermandad de los Gitanos y de la Virgen de las Angustias, donde en ese amanecer se transmitía, no solo el cortejo calé, sino toda lo que rodeaba a esta hermandad.

Cuando vuelvo a Sanlúcar y, ejerciendo como profesor de religión en el colegio Virgen de la Caridad, conté a lo largos de esos años de enseñanza con muchísimos niños gitanos, los algunos de los cuales ya conocía a sus familias de cuando yo vestía pantalones cortos. La nobleza de estos niños calés los hacía tan grandes, como sinceros.

 

Hubo un momento en mi vida marcado por la relación con esta raza calé, que me siento inclinado a proponer al Padre Fray Alberto de Galaroza, para escriba “El Evangelio de San Lucas en Caló”. Tiempo después se editaría de su mano esta revisión y adaptación del evangelio, en una edición bilingüe caló-castellano, publicado por Ediciones El Almendro.

 

Viene todo esto que escribo, motivado por los recuerdos que me ha suscitado el contemplar la nueva obra de Fray Antonio Castroviejo Alba, en el convento de Jerez. Este año el nacimiento de Jesús se plasma de una manera muy singular. Aunque es un nacimiento con mucho eco en Andalucía, pues es recogido y llevado a miles de hogares a través de las cámaras de Andalucía Directo. Fray Antonio, nos ha presentado un Nacimiento Calé. ¡Sí queridos hermanos!

 

Es en todo su contexto y contenido una exaltación a la raza gitana. Un año donde además se ha reconocido al flamenco como Patrimonio de la Humanidad. Siendo como es nuestro hermano Fray Antonio, hijo predilecto de una ciudad tan flamenca como Jerez, le ha dado la oportunidad este año de sacar a la luz, y enseñar a sus vecinos jerezanos y, todos aquellos que por allí se acerquen a un San José, de largas patillas y sombrero calado; a una María flamenca y de mantilla; y a un Jesús muy especial; sin olvidarnos del primo Juan, vestido de Gitanillo. Aquí los pastores no llevan prendas de borrego, sino, con galas flamencas festejan la llegada del Hijo de Dios.

 

Este Nacimiento Calé, es una simple anécdota que recoge las tantas veces, como se ha paseado por esas fiestas gitanas, en la calle Nueva del barrio de Santiago, en Jerez. Porque no hemos de olvidar que este barrio está muy vinculado al convento de Capuchinos. Pues por aquellos años cuando se abre el convento, este pertenecía a la Parroquia de Santiago. Basta como prueba, ver el escudo de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Defensión, donde podemos contemplar en su campo el propio escudo de Santiago.

 

Con estas letras quiero dejar patente el puente que ha existido entre el convento de Capuchinos y el barrio de Santiago.

 

La vivencia y la forma en transmitir sus experiencias, a través de este Nacimiento, deja bastante claro la exaltación personal que Fray Antonio tiene por la raza gitana.