Nada funciona: Me equivocaba Imprimir
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04 de Julio de 2013
O se cambian las formas o nos condenamos a nosotros mismos
José Manuel Romro Fernández.-Uno nace en la España de Felipe González y crece en la de Aznar, uno nace así en la España de los tópicos sobre izquierda y derecha y así uno crece bombardeado por la criminalización de banderas, himnos, personajes históricos e incluso partidos políticos.
Y al final uno termina viviendo en un país en el que si militas en un partido político parece que te has tragado literalmente folio a folio su argumentario, porque todos lo dan por hecho, en un país en el que las banderas impresas en pulseras o camisas, tienen gran significado político, no hay dudas para la gente, como no había dudas del origen semita del que lucía la solapa con la cruz de David en la Alemania de los años cuarenta.
O se cambian las formas o condenamos a todos, el problema es que el más joven tiene mas recorrido por delante que por detrás y lo va a sufrir más.
Nada funciona, y me atrevo a decirlo así, o nada funciona correctamente precisando que no matizando. Ni Justicia, ni administraciones, ni partidos políticos, ni empresas, ni Europa, ni ciudadanos, porque no logramos “cambiar el chip”.
 
En mi generación, esta es la primera vez que la ciudadanía sale a la calle para pedir algo que va mas allá del sistema de protección social que también nos están robando, por primera vez me encuentro en la situación de ver amigos, familiares y conocidos reclamar mas democracia en un sistema que yo creía democrático, o pedir participación en un sistema político en el que he crecido primero viendo a mis padres votar metiendo el sobre tras la cortina y luego hice yo, pensando eso, que vivía en un país con una democracia fuerte y limpia.
Me equivocaba, votar cada cuatro años no es democracia, que existan elecciones no garantiza la misma, que exista un Parlamento no garantiza el control efectivo a un Gobierno y que exista un aparato judicial “separado” no garantiza una justicia real e independiente.
 
Somos nosotros, los que aún disfrutamos de la frescura o inocencia política los que debemos, y estoy convencido que conseguiremos, llenar de contenido palabras como democracia, elecciones, Parlamento, Europa, patriotismo, o quizás República, quién sabe.
 
José Manuel Romero Fernández