Cuestión de paciencia Imprimir
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15 de Febrero de 2009

Miguel Sebastián, ministro de algo, va a terminar por recibir el Premio Santo Job a la infinita paciencia. Resulta que ahora, cuando el país está a punto de dormir entre cartones, tras haber tocado el violín de terraza en terraza, empieza a perder la paciencia ante la Banca.

Jota Siroco.-Mira que hace tiempo que los españoles, ministros de la nada, perdimos la paciencia ante la Banca, el Palacio, la Iglesia y la Taberna (pero menos), los cuatro pilares de la cultura occidental y aristocrática.
Por mucho que sea tiempo de carnaval y anden los banqueros disfrazados de corderitos (“no damos créditos, porque nadie los pide”), por debajo, siguen apareciendo las pezuñas de la especulación, de la usura, de la soga al cuello. De aquella falsa generosidad del préstamo… que fue creando un ejército de especuladores en cada esquina, nace esta ruina de hoy.
Por eso el problema no es que al Gobierno se le acabe la paciencia con los banqueros, el problema real es que al pueblo se le acabe la paciencia con el Gobierno, con la Oposición tipo pantera rosa, con la Oposición de la pancarta, con las Autonomías, con los Ayuntamientos y hasta con la propia paciencia.

Tengo confianza en que todo se irá resolviendo, quiero tener paciencia, porque si no, sepa la Banca, el Gobierno, la Iglesia, la Familia y hasta el Sindicato que la kaleborroka esa de los cojones va a terminar por ser un juego de niños, comparado con lo que se puede armar.
¡Ay, si Hugo Chávez levantara la cabeza!