El principio del fin del estado del bienestar |
13 de Mayo de 2010 | |||
Pepe Fernández.-Mientras que los mercados financieros, el FMI y Bruselas aplauden el Plan anticrisis del gobierno de España, millones de funcionarios y pensionistas verán mermados sus derechos, en lo que parece que será el principio del fin de la protección que nuestro gobierno debe a la ciudadanía, y todo para calmar la ansiedad de los que han provocado esta crisis, se permiten con desvergüenza analizarla, o sanear sus emporios para seguir haciendo lo mismo, pero sin embargo, las medidas que pudieran afectar a estas rentas más altas se dejan en el limbo fiscal, se "estudiarán para más adelante" junto con otra posible subida del IVA. Los más débiles volverán a sufrir lo indecible para satisfacer a la banca, a los mercados financieros, siempre ávidos de ganancias especulativas y capaces de derribar a la moneda única, a las grandes fortunas del país, a las instituciones "intocables", etc.
En el camino se quedarán las esperanzas de los que apostaron por un gobierno de izquierda capaz de estabilizar y reforzar un estado de bienestar que da las primeras boqueadas ante el inminente fin que se avecina a pasos lentos pero agigantados, mientras, expectante, la iniciativa privada aplaude y espera ilusionada el momento de poder sustituir definitivamente y sin ambagues al Estado y a los hombres de paja que conforman un gobierno que no ha sabido dar respuesta a la mayoría de sus votantes ni a España, actuando tarde y mal. Un gobierno que ha traicionado a la ilusión de los millones de españoles que pusieron su esperanza, después de 8 años de gobiernos de derecha, y su futuro en manos de los que ahora no solo traicionan a los que los encumbraron sino que traicionan sustancialmente las bases del socialismo. Medidas de este calado deberían estar respaldadas y refrendadas por la ciudadanía española con la convocatoria de unas elecciones generales anticipadas, pero como no se tendrá el coraje para hacerlo, a los españoles nos quedará Grecia como consuelo de tontos. Ellos – los que se han ido de rositas en esta borrasca económica - seguirán con sus prebendas, prerrogativas, paraísos fiscales y capital asegurado y blindado en cualquier entidad bancaria viendo las crisis pasar delante de sus cómodas poltronas desde donde deciden el futuro de todos los mortales a los que solo se les ofrece la opción de sufrir y cambiar de gobierno dentro de dos años.
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